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Advertencia
La siguiente información es exclusiva para el género femenino; si eres un hombre abierto, sin tabúes con lo que llamamos: «cosas de chicas», o tal vez viajas con ella y quieres compartirle este post, también eres bienvenido.
He recibido en mi correo una cantidad considerable de preguntas, acerca de temas netamente femeninos. Algunas las he ido respondiendo para mí cuando viajo, o lo han hecho otras viajeras mientras charlamos. Este post es una recopilación de esas dudas y los consejos que les puedo dar al respecto. Si alguna tiene algo más para agregar u otra manera de hacer las cosas, me encantaría que lo comentaran al final para ayudarnos entre todas.
1. LLEVÁRTELA BIEN CON EL PERIODO
A veces la menstruación incomoda, en especial cuando estás acampando y el baño te queda a 1 kilómetro, o cuando sufres de cólicos que te ponen histérica y no quieres saber del mundo; pero es lo que definitivamente nos hace mujeres y pelear con la naturaleza de nuestro cuerpo, sólo empeorará la incomodidad.
Aunque es una cuestión con la que tenemos años conviviendo, me preguntan qué les recomiendo llevar. Yo prefiero utilizar tampones por cuestiones de confort y seguridad; no me imagino haciendo una jornada de autostop o de trekking, prevenida de no tener un accidente o buscando cada tres horas un baño para cambiarme. Ahora que si vamos a hablar de economía, los tampones son probablemente la opción más costosa; así que si voy a tener un día tranquilo utilizo las toallas.
Ahora estoy probando el novedoso invento de la copa menstrual – novedoso para mí –, pero aún no he viajado con ella aunque presiento que no voy a regresar a los tampones. Una copa menstrual para quienes no la conocen, es una copita de goma antialergénica que se introduce en la vagina y recoge adentro el flujo menstrual; es equivalente a un tampón, pero en cambio de absorberla, lo que hace la copa es que actúa como un recipiente que recoge la sangre.
Las ventajas que tiene:
- Es muy económica porque la compras una sola vez, (a mi me costó $75.000 pesos en Colombia) y te dura 10 años ya que es reutilizable; sólo te la quitas, la lavas y te la vuelves a poner.
- Su tiempo útil de vida es de 10 años si la cuidas adecuadamente, así que no sólo es económica sino ecológica.
- El peso y el espacio que ocupa en la maleta es mínimo y te puedes olvidar de estar buscando siempre toallas o tampones.
- Tampoco tienes que estar pensando en cambiarte por riego a alguna infección, manchas o malos olores, ya que la puedes tener en tu cuerpo 12 horas sin riesgo. Claro que depende mucho de la abundancia de tu flujo y de la talla que compres.
- Si está bien acomodada, no se siente.
Las desventajas:
- He leído que muchas chicas dejan de usarla y se rinden pronto por la dificultad de quitarla, pues las primeras veces es bastante difícil, ya que se acomoda muy adentro de la vagina y parece que no la fueras a encontrar nunca. ¡Pero no te preocupes que es una cuestión de práctica!
- La otra desventaja es la limpieza, pues una vez la extraes debes poner el flujo en el inodoro y lavarla. La mayoría de veces los lavabos están fuera del baño en los hospedajes y además el agua no sale purificada, lo que puede significar inconvenientes: primero porque no sabes dónde limpiarla con privacidad, y segundo porque si la lavas con agua sucia probablemente tengas una infección más adelante. Así que la solución que a mi me parece la mejor, es cargar una botellita de agua purificada en tu bolso o pañitos húmedos para limpiarla en el baño.
2. QUIERO GANAR EN EXPERIENCIAS, NO EN KILOS
Tu cuerpo es perfecto por el simple hecho que puedes caminar, correr, ver, escuchar, comer, hablar… incluso si no pudieras hacerlo, jamás deja de serlo porque seguramente se potencian otras cualidades de tu anatomía. Pero desde que nacimos nos han hecho un cruel énfasis, en que si no tenemos las nalgas redondas, la piel bronceada y lisa, y una cintura chiquita, entonces debemos escondernos y matarnos en un gimnasio para agradarles a otros. Eso sencillamente es una estupidez, si bien nos queremos ver atractivas, eso no implica que la única manera de hacerlo sea pesando 45 kilos y con unas piernas de photoshop.
Si tienes algún prejuicio con tu propio cuerpo, te puedo decir que cuando comiences a viajar todo eso se va a ir olvidando. Podrás decir: «pero si esa chica es bien flacucha y tiene una cintura de colombiana, ¿qué puede opinar al respecto?». Pues ya que estamos en estos temas te hago una confesión: desde chica siempre sufrí porque mis piernas son dos tonelcitos de grasa con celulitis – aunque en la foto no se note-; iba al gimnasio, me echaba cremas, me hacían masajes, montaba en bici y… seguían iguales, era frustrante; pero luego salí de viaje y todo comenzó a quedar en un segundo plano, me di cuenta que a nadie, sólo a mí, le importaba mi piel de naranja y mis nalgas flácidas.
El tema va a que algunas chicas me preguntan cómo cuidar su cuerpo en medio de un viaje; tal vez no sea la más apta para decirlo, ya que por lo general termino un viaje pesando cinco kilos más que antes. Pero una buena combinación es salir a conocer caminando, corriendo, en bici, aprender donde estés una nueva danza, hacer yoga en la playa e incluso alguna viajera me dijo que ella llevaba una cinta elástica para hacer ejercicio en sus ratos de ocio; una cinta no pesa, no ocupa espacio y si sientes la necesidad de ejercitarte te puede ayudar.
Aquí les dejo el enlace al video que hizo Paula de Vieja que Viaja para ejercitarse.
Nota: sinceramente si estás frente al mar en Tailandia, en las ruinas de Teotihuacán o comiendo pupusas en el El Salvador, ¿por qué habrían de importar un par de kilos más?
3. PIERNAS DE COMERCIAL
Si eres una mujer que prefiere la naturaleza humana sin prejuicios, este punto no te preocupa; pero a decir verdad conozco muy pocas chicas que dejan crecer sus pelos indiscriminadamente y se convierte entonces la depilación, en una pregunta recurrente.
La respuesta parece fácil: cera, crema depilatoria, maquinas de afeitar eléctricas… pero en serio, ¿dónde cargarías todo eso?. Al alistar la mochila lo mejor que te puede pasar es que no pese mucho y todo ocupe poco espacio; además en medio de un viaje de poco presupuesto, no da para ir al salón de belleza, ni siquiera para pagar por esas cremas carísimas. ¿Te imaginas en una habitación compartida al igual que en los baños o acampanado?, en esos casos no son útiles las anteriores respuestas.
Así que mi recomendación es la más simple: un cuchilla de afeitar mientras te bañas con agua tibia, y si tu piel es demasiado sensible, el extracto de una hoja de sábila que consigues en un mercado o incluso en el jardín del hospedaje donde estás, te puede ayudar a calmar la irritación.
4. PIEL RADIANTE
Si hay algo que no puedo evitar guardar en la mochila, es la crema hidratante para cada centímetro de mi cuerpo. La razón es que mi piel es extra seca, el día que no me aplico crema se reseca tanto, que comienza a picarme todo y la siento como si se fuera a reventar.
De manera que uno de mis productos indispensables es un pote de crema; intento que no sea muy pesada y me la aplico apenas cierro la ducha, para aprovechar la hidratación del agua y no tener que estar comprando en cada lugar al que llego para no cargar tanto. Dado el caso que se te haya acabado y no tengas cerca un super mercado, un chico me dio un buen tip alguna vez: aceite de coco, te deja la piel suave y lo consigues en mercados y plazas.
Nota: El protector solar lo utilizo siempre, sin excusas.
5. ¿PLANCHAS Y SECADORES?, HASTA LUEGO.
A mi me encanta el cabello rebelde que no se sabe si es liso, crespo, si me peiné o no; es de las cosas que personalmente menos me preocupa aunque intento cuidarlo cuanto puedo.
Lo más práctico es un corte por encima de los hombros antes de viajar, así no te vas a complicar ni por el cuidado, ni por el calor, ni por lo piojos – nunca sabes dónde vas a estar-. Pero si te encanta tenerlo largo (también lo he llevado así en viajes), lo primero de lo que tienes que olvidarte es de las planchas, secadores y demás. Aprender a llevar el pelo tal como es, es liberador. Yo casi siempre lo recojo para liberar mi cuello del calor o mi cara del viento.
Con respecto a los tintes, he charlado con chicas jóvenes que tienen muchas canas y prefieren taparlas; yo me sostengo en el punto en que aceptarse tal cual uno es hace parte de las transformaciones en un viaje. Pero si definitivamente no puedes convivir con el color natural de tu cabello, puedes comprar tintes dónde encuentres y hacer una tarde de belleza en el baño de un hostal. Eso si tienes que aprender a aceptar que si estás en medio del desierto o de una playa remota y las raíces aparecen, las tienes que tolerar y hasta querer.
Qué el color del cabello no sea el culpable de un desvío o de un ataque de pánico, créeme cuando te digo que cuando te alejas de casa, andas de nómada y todo es desconocido, muchas cosas comienzan a valerte un pepino. Y sinceramente cuando te estás moviendo con poco dinero vas a preferir comer, dormir bien y conocer, antes que cuidarte el pelo.
Tip: si ves tu pelo muy arruinado y la crema para peinar, revitalizar y tantas cosas que se han inventado no están al alcance del bolsillo, o no caben en la maleta, en internet encuentras toda clase de menjurjes naturales que puedes preparar con ingredientes naturales: aguacate, sábila, huevo y hasta cerveza… ah y aceite de coco.
6. ¿CÓMO ME VISTO BIEN?
Me escribió una chica alguna vez, que cómo le recomendaba vestirse en un viaje ya que le gustaba estar a la moda. Le preguntó a la persona equivocada de eso no hay duda, pues incluso viviendo en la ciudad no me bajo de mis botas de trekking.
Ahora si eso es en casa, imagínate cómo es cuando estoy viajando; cualquier trapo cómodo que cuelgue y sea de colores me lo pongo como falda, si hace frío unos leggins, y para no pensar en la pinta llevo tres camisas negras para que combinen con cualquier cosa.
Si quieres saber qué recomiendo llevar de ropa y accesorios, lee el siguiente post que tiene hasta dibujos ilustrativos: Organizando un Viaje II
En todo caso aunque de moda no tenga ni la menor idea, si te puedo decir que llevar mucho en la mochila es un encarte y que finalmente, vas a terminar dejando todo a mitad del camino porque te vas a aburrir del dolor de hombros y espalda. Así que despídete de los accesorios inútiles como todo el joyero, los cinturones que combinen con el pantalón, los 300 pares de zapatos y esa ropa divina que te queda espectacular pero que sólo funciona como adorno.
Llevar un equipaje liviano no es sólo quitarse peso físico, es también una liberación de lo material a lo que damos demasiada importancia. Con el tiempo te darás cuenta que tu casa cabe en una mochila.
7. ROSTRO NATURAL
¿Sabes cuánto me costó escribir este post?, es que hay cosas que me preguntan las chicas, cosas de las que necesitan liberarse y de las que yo nací libre – ojo, no es que diga que soy libre en su totalidad, los nudos en mi cabeza me dan trabajo de resolver y de permitirme ser -, pero del maquillaje y este tipo de cosas no se mucho.
A veces me maquillo para una ocasión especial y mi amigas me preguntan: «¿y el maquillaje?»… ¿es un chiste? me tomó una hora en el baño hacerme algo en la cara y resulta que nadie se dio cuenta.
Sin embargo sé que cada una tiene su manera de hacer las cosas, pero si se trata de aconsejarte: ¡libérate!, no vale la pena viajar pensando en cómo te ves, sino en lo que sientes, lo que ves, y cómo eso puede transformarte.
Habrá días en que quieras o necesites verte espléndida, o tal vez te cruces al amor de tu vida y quieras deslumbrarlo/a con tu belleza externa; entonces llévate por si acaso un delineador de ojos y un brillo de labios; ¿para qué más?, más significa más peso y hacerte esclava de un neceser. Además lo que conquista es una sonrisa, una idea, un pensamiento, no la habilidad para disimular «las imperfecciones».
8. SEXO SIN TABÚ
Hice una pequeña encuesta a mis amigas viajeras, para saber qué les preocupaba en medio de un viaje como mujeres; resultó que la mayoría se han liberado de todas las dudas anteriores, pero dos de ellas me preguntaron acerca del sexo. Ni siquiera consejos para cuidarse o cómo lo hago yo, sino la pregunta del millón: «¿y si quedara embarazada en medio de un viaje?»
Comienzo diciendo que por supuesto es importante cuidarse, especialmente si es una cuestión pasajera con un chico que conociste hace poco; cuidarse en el momento con un preservativo que puedes llevar en tu mochila como parte de tus artículos de aseo, y si planificas de otra manera llevar lo necesario.
En mi caso he utilizado las pastillas porque me parecen más fáciles de conseguir en cualquier farmacia, aunque te estoy hablando de farmacias en América Latina, al salir de aquí no tengo idea qué tanto cambien las marcas; además me gustan porque puedo llevar varios sobres para un viaje de un año y no me van a hacer gran estorbo ni peso en la maleta.
Con respecto a los otros métodos no los siento tan útiles para un viaje, porque puedes tener una emergencia con alguno de ellos y entonces todo se complica, pues no es solamente dejarlos de tomar, sino que tienes que buscar ayuda médica. De paso aquí te comparto un post acerca de las cuestiones de salud en un viaje: Asegúrate al Viajar.
Y bueno, regresando a la pregunta crucial me ha quedado muy difícil escribir un consejo sensato porque es una cuestión muy personal, ya que no sólo depende de qué tanto hayas querido o planeado tener un bebé en ese momento, sino que depende de la persona con quien estés, si estás sola y si ser mamá te hace feliz.
Lo que si puedo decirte, es que he convivido con viajeras que han reaccionado de diferentes maneras, y que no te deberías sentir mal por ninguna decisión que tomes mientras sea con el corazón y con el convencimiento que es lo mejor que puedes hacer.
Sin inmiscuirme en decisiones que muchas consideran «morales», hay chicas que prefieren abortar y continuar el viaje como iba; otras deciden volver a casa para hacer una vida diferente con el nuevo bebé; otras chicas se asientan en donde están y tienen allí a su hijo, aunque esto puede significar dificultades si no tienes un seguro médico; también conozco a las que siguen viajando una vez han tenido a su hijo y lo crían como un pequeño nómada; las he conocido solas y también en pareja.
Así que las posibilidades se abren ante ti, pero sólo de ti depende tomar lo que consideres la mejor decisión.
¿Alguna otra duda que tengas y haya olvido mencionar?, bienvenidos los comentarios, tips y consejos.
¡¡Feliz viaje mujer!!
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4 comentarios en “Sólo para viajeras”
Yo también estoy con la copa menstrual!!! (Y estoy vendiendo por cierto, jeje, valga la cuña). Tiene sus desventajas, sí, porque es algo incómoda de manipular pero a mí me puede más la motivación ambientalista: botar y botar tanta basura cada 28 días me hierve la conciencia. Otra cosa que me pone a pensar en los viajes es el hecho de hacer ejercicio. Me gusta mucho sentirme fuerte y tonificada, por eso siempre cargo mi banda elástica en la maleta cuando es un viaje largo!!! No pesa nada y exige hacer fuerza, por lo que es diferente a salir a correr simplemente, etc.
Me encantó el post!!! Saludos
Hola Paula.
Por acá queda la cuña de las copas por si alguien las quiere comprar 🙂
Gracias por el tip de la cinta!! seguro a muchas mujeres que les gusta hacer ejercicio lo van a tener en cuenta.
Saludos 🙂
Natalia, yo soy usuaria desde los 19 años (ahora tengo 23) y es la mejor inversión que he hecho. La comodidad y el ahorro es muy significativo, y si andas en bici es lo mejor que uno puede tener para su periodo. Me encanta que hayas hecho esta nota. Muchos éxitos en tu viaje.
Hola Erika
Gracias por aportar tu comentario al post, yo la seguiré probando pero hasta ahora me ha ido muy bien. Un saludo!! Naty