4 de Octubre de 2015
“Vamos al Museo Nacional de Lucha Contra Bandidos”, propusieron Viviana y Carlos, dos colombianos que había conocido en Cienfuegos y nos volvíamos a encontrar en Trinidad, al igual que con Imbal, la chica israleí que no encontró sentido alguno al viaje hasta Santa Clara para visitar el Monumento del Che.
Yo no tenía idea qué museo conocer porque mis viajes son mucho más callejeros, sin embargo ellos tenían una lista completa de recintos y ese fue el elegido del día. Para entrar debíamos pagar 2 CUC, pero Viviana con un convencimiento de sí misma no dudó ni por un momento en decir que todos éramos estudiantes de medicina en La Habana, y por eso nos debían cobrar en moneda nacional. ¿Cómo lo hacía?, yo soy incapaz de mentir ni siquiera por cuestiones morales sino porque seguramente me atacaría de la risa o me sonrojaría tanto que la señora del museo se habría dado cuenta. Tal vez lo supo y aun así nos quiso hacer el favor de cobrarnos mucho menos, no creo que no estuviera enterada que los turistas utilizan ese truco para pagar como cubanos y no como extranjeros.
Este museo relata la historia de la contraparte, por supuesto se sigue vanagloriando a los revolucionarios porque hace parte de la cultura y de la imposición política, pero guardan armamento, documentos y prendas de los bandidos quienes intentaron boicotear La Revolución y asesinar en varias ocasiones que llegan casi a un centenar, a Fidel Castro y su séquito revolucionario. A este proceso se le llamó Contrarrevolución y estuvo dirigido por la CIA, quienes contaban con el apoyo de los cubanos que fueron exiliados por estar en contra del sistema socialista.
Se libraron diversas batallas donde murieron revolucionarios a borbotones, ya que la idea de Estados Unidos era invadir Cuba e impedir la expansión del sistema. Para contar la historia en el museo hay varias paredes forradas con cientos de fotografías de los hombres y mujeres que cayeron en Cuba por la causa. También hay decenas de mapas inentendibles para mí, donde se describe la estrategia de guerra que por lo general era liderada por Fidel Castro. Un navío armado con ametralladoras perteneciente a Estados Unidos, un camión cubano utilizado en la guerra, documentos de la época, ropa, accesorios y periódicos.
Pero la importancia de este museo y su ubicación, radica en que en la Sierra del Escambray fue donde comenzó la invasión de la guerrilla contrarrevolucionaria y esta sierra se ubica en Trinidad, de hecho hay un campanario al que subimos después donde se puede divisar la panorámica de este paisaje. Allí mismo comenzó la defensiva revolucionaria y llamaron a esta batalla La Limpia del Escambray, ante la derrota, Estados Unidos decidió atacar por otros frentes pero no hubo manera de ganar la guerra por la vía armada. Por esta razón más adelante surgiría el bloqueo a Cuba que fue otra manera de ganar la lucha, esta, no tuvo consecuencias tan graves hasta la disolución de la Unión Soviética quienes apoyaban y enviaban ayuda a la isla.
Así que de aquellas guerras en ataque y defensa de ambos bandos, era de lo que se trataba el museo de la Lucha Contra Bandidos. La consecuencia para mí fue aprender más de historia y de la incoherencia del mundo, en el que un bandido puede ser cualquiera, eso no depende de una realidad general sino de la percepción que tengamos según nuestra mente alienada. Por ejemplo, en Cuba los bandidos son unos agentes de la CIA y sus compinches, en Colombia por el contrario, la CIA podrían ser los héroes apoyados por los militares y los guerrilleros y revolucionarios son los bandidos. Me quedo con la visión cubana, o mejor, mientras todos se asesinan por defender una idea, yo sigo viajando y tratando de entenderlo.
Este post corresponde a una serie de 17 escritos de Cuba, uno por cada día que estuve en la isla. Para leer el día catorce puedes seguir este enlace: Día 14 .El Limbo