¿Quieres embarcarte en tu primer viaje?, ¿lo haces comúnmente?, independiente de la cantidad y la experiencia, siempre va a haber algunos apegos que se interponen en los sueños; lo importante, es saber cómo superarlos y no permitir que te paralicen. Por mi parte me he enfrentado a diferentes motivos, que me han hecho pensar si no sería mejor quedarme en casa o mantener una vida sedentaria, por ejemplo: mi familia, la seguridad de mi hogar, la estabilidad económica, las presiones sociales por llevar un vida «normal» (¿qué es normal y quién dice que lo es?), … y podría continuar haciendo una lista de apegos y miedos que siento antes de viajar; pero, aunque algunos son más poderosos que otros y a veces aparecen como fantasmas en mi cabeza, siempre me he puesto la mochila al hombro y en medio de estas travesías, todo lo que me hizo dudar, ¡desaparece!.
Hay una buena noticia, ni tu ni yo, somos las únicas personas a quienes les sucede, muchos viajeros se han hecho las preguntas que tal vez a ti no te dejan dormir. Para animarte a salir y cumplir esa ruta que tienes en mente, doce bloggers te cuentan que fue lo más difícil de dejar atrás cuando emprendieron un viaje y cómo lo superaron.
_____________________________________________
Contenido del Post
- 1 ESO DE LA «ESTABILIDAD ECONÓMICA», ES MENTIRA
- 2 EL MEJOR REMEDIO PARA EL TEMOR AL CAMBIO, ES EL CAMBIO
- 3 LO MATERIAL QUEDÓ ATRÁS
- 4 ESE DIFÍCIL PRIMER PASO
- 5 AFRONTAR LO DESCONOCIDO
- 6 MI ZONA DE CONFORT, LLAMADA HOGAR
- 7 «UN VIAJE DE MIL MILLAS EMPIEZA CON EL PRIMER PASO»
- 8 EL PAPELEO
- 9 MI COMPAÑERO PERRUNO
- 10 ALGO BUENO NOS ESPERA AL OTRO LADO DEL CAMINO
- 11 HEMOS LOGRADO SALIR VICTORIOSOS
- 12 A LO QUE HEMOS RENUNCIADO, NO ES UNA PÉRDIDA
ESO DE LA «ESTABILIDAD ECONÓMICA», ES MENTIRA
Valentina
Un Poco de Sur
Cuando me planteé salir de viaje muchas cosas y miedos me pasaron por la cabeza pero lo más difícil fue sin duda el trabajo, el sentimiento de «estabilidad económica» luego aprendí que eso de la «estabilidad económica» es mentira (por eso entre comillas) pero en ese momento me pareció lo más complicado. Con mi familia aunque mantenemos siempre contacto nos vemos poco ya que desde hace muchos años que no vivimos en la misma ciudad, con mis amigos sucede un poco lo mismo así que fue el miedo al dinero lo que más me costó superar. Sabía que no iba a hacerlo si no me forzaba, si realmente quería irme tenía que darme un ultimátum y tenía que hacerlo público así que renuncié a mi trabajo con tres meses de antelación, como para no poder arrepentirme.
El problema se complicó porque mi jefa de ese momento me ofreció una excedencia laboral de un año para retomar mi trabajo una vez hubiese vuelto del viaje pero sinceramente preferí romper con todo, darle las gracias y no tomarla para no tener una excusa para volver solo por cobardía, hice bien, 4 años más tarde sigo moviéndome, la «estabilidad económica» hoy en día me vale bastante poco y soy capaz de trabajar mientras me muevo, tengo tiempo para dedicarme a lo que me gusta y viajo cuando me apetece.
Como anotación extra: Es cierto que luego me di cuenta que la navidad lejos de mi familia me dio un poco duro, sobre todo el primer año, pero también te hace valorar lo que tienes un poco más.
_____________________________________________
EL MEJOR REMEDIO PARA EL TEMOR AL CAMBIO, ES EL CAMBIO
Luis
El Viajero Tricolor
Lo más difícil de dejar atrás fue la «seguridad» dentro de la rutina. Mi viaje a Europa fue el primero en el que dejé atrás a mi familia, mis amigos, mi trabajo y a la rutina que vivía día a día y aunque iba acompañado de una sensación de emoción por vivir algo nuevo, también llevaba conmigo la expectativa a qué me iba a encontrar y si iba a ser como me lo esperaba. La resistencia al cambio es natural.
Sin embargo una vez salí de mi zona de confort me di cuenta que el mejor remedio para el temor al cambio es el cambio mismo. Cuando empecé a conocer nuevos lugares, personas y culturas; cuando empecé a caminar por calles que nunca había visto, oír lenguas que antes me eran desconocidas y ver que lo que para mí era distinto y sorprendente para otros hacía parte de su propia rutina diaria, me di cuenta de que lo que creía que era “seguridad” en realidad es el estado más peligroso para alguien que de verdad quiere vivir y disfrutar su vida al máximo independientemente de su origen.
Así que simplemente ármate de valor, da el primer paso y no pienses tanto en lo que podrá pasar si lo haces sino en lo que te perderás si no lo haces, te aseguro que sea lo que sea que venga después te cambiará para siempre la forma de ver la vida y no volverás a ser la misma persona.
Como dice mi frase favorita de viajes: “El mundo es un libro y quienes no viajan leen una sola página”. ¡Así que sal y léete el libro completo!
_____________________________________________
LO MATERIAL QUEDÓ ATRÁS
Lina
Patoneando
Solía tener una vida muy distinta a la que llevo ahora, después de haber cambiado el rumbo y de decidir vivir viajando. Ganaba muy bien y mi dinero lo gastaba en salidas, gimnasio, fiestas y ropa nueva. Fue muy difícil desprenderme de todo eso e incluso cambiar mi maleta de rueditas por una mochila. No fue un proceso fácil ni de un día para otro. Me tomó casi dos años lograrlo. Lo más difícil fue dejar atrás la vida a la que estaba acostumbrada, de salir de mi zona de confort y meterme en una zona de posibles incomodidades, sin saber lo que me esperaba. Cuando finalmente lo logré, llegaron las preguntas y dudas de mis seres cercanos. Incluso muchas veces llegué a cuestionarme si debía dejar todo para llevar una vida distinta sin ni siquiera saber si me iría bien. Me inspiré con lecturas, videos, películas e historias de muchos viajeros que fui conociendo y conté con el apoyo incondicional de mi mamá y mi hermana. Después de salir a la ruta, ésta me enseñó que allá afuera el mundo me ofrecía lo que yo estaba buscando (incluso más). Aprendí a seguir mis instintos y mis sueños, a hacer lo que me apasiona. Ahora, lo material quedó atrás, tengo solo lo necesario y nadie me quita lo viajado.
_____________________________________________
ESE DIFÍCIL PRIMER PASO
Lina y Andrés
Renunciamos y Viajamos
Nos pasó a nosotros y lo escuchamos de muchos: lo más difícil de dejarlo todo para dedicarse a viajar es dar el primer paso. Y es que cuando uno renuncia a la vida que tiene para cumplir ese sueño de vivir en movimiento y aprendiendo de diferentes culturas, es como pararse frente a un risco sabiendo que el paso a seguir va a ser definitivo en lo que queda de tu vida. Emocionante o mortal.
Nosotros renunciamos a nuestros trabajos estables y bien pagos, pero viéndolo en retrospectiva dejar esa ‘estabilidad’ socialmente establecida fue lo que menos nos afectó. Cuando uno renuncia también deja atrás las cosas pequeñas que hacen de la vida una experiencia maravillosa. Y son esas grandes pequeñeces las que hacen que la separación sea más difícil y las que más se extrañan desde lejos. La familia, el colchón que ablandamos durante años, viernes en el bar con los amigos, la comida de la abuelita, las tardes en el parque…
Nosotros, por ejemplo, nunca paramos de extrañar a nuestros tres perros. A diario pensamos cómo están, qué tan difícil habrá sido nuestra ausencia para ellos y si acaso podremos volver a abrazarlos cuando volvamos a casa. Tan difícil fue dejarlos como saber que Gandalf, el más viejo, murió en nuestra ausencia. Aquel día recorríamos Cancún cuando el veterinario nos dijo que su enfermedad de cadera lo había llevado al límite y había que dormirlo para que no sufriera. Dejar cosas que tanto queremos, pensamos, es el precio que debemos pagar por vivir nuestro sueño viajero. No es fácil, pero es la vida que escogimos.
Lee más post de Renunciamos y Viajamos, acerca de ese difícil momento: Despedida y Muerte de Gandalf
_____________________________________________
AFRONTAR LO DESCONOCIDO
Jade
Bogotastic
Lo más difícil es afrontar lo desconocido: tener miedo de no hablar un idioma, de no saber cómo vas a ir de un sitio para el otro. Que tendrás una desventaja.
Me acuerdo de primer viaje a una tierra desconocida. Tenía 6 años y me iba a mudar a los EEUU desde Francia. Lloraba del miedo de no saber comunicarme bien, de no tener amigos allá. No sabía que me esperaba y me gustaba mi vida en Francia.
Lo mismo volvió a pasar 18 años después, cuando me fui de los EEUU para España a estudiar en la universidad, sin hablar una sola palabra de español.
Pero tener miedo a lo desconocido es realmente un miedo tonto. La gente es comprensiva y disfruta mostrar cosas nuevas a un extranjero. Nadie se reirá de ti si haces o dices algo raro. De hecho, apreciarán tus esfuerzos.
Como muchas cosas, cuando afrontras algo por primera vez, te da nervios porque no sabes como se va a sentir, que va pasar.
Pero si lo vuelves a hacer, una y otra vez, se vuelve más fácil, verás que de hecho te gusta, y tal vez se vuelva adictivo. No tendrás una desventaja. Todo lo contrario.
_____________________________________________
MI ZONA DE CONFORT, LLAMADA HOGAR
Tshamanny
Te Quiero Mostrar
Creo que lo primero que cuesta dejar atrás son los miedos, pero una vez das el primer paso y te enfrentas a ellos, tu mente por si sola los va eliminando, pero ya desde una posición más personal algo que siempre me ha costado dejar atrás desde que comencé a viajar, ha sido mi zona de confort llamada hogar, donde siendo hijo único y viviendo en un pequeño apartamento lleno del amor de mis padres, cada vez que la dejo me es difícil hacerlo, para mí no fue difícil dejar ni mi trabajo, ni mis objetos personales, ni las comodidades básicas de mi casa ya que cuando estas determinado a probar la libertad de viajar y descubrir el mundo ya nada de eso tiene el peso en tu vida que tenía antes y siempre terminas encontrando felicidad en lo simple, además de alternativas para seguir viviendo tu sueño; pero el dejar atrás a mi familia es algo que en cada viaje me es difícil hacer, a pesar de todo, esto lo he venido superando poco a poco, trabajando el desapego, teniendo en cuenta que ellos son felices al saber que yo soy feliz haciendo lo que me gusta, haciendo amigos, tratándolos a ellos y a las demás personas de la manera en que trataría a cualquier miembro de mi familia, además gracias a la tecnología de la comunicación se puede mantener un contacto constante con quien quieras desde cualquier parte del mundo, por lo cual a pesar de ser algo difícil, no ha sido impedimento para salir al mundo y vivir la libertad de viajar. Dejar tu zona de confort, sea la que sea, no es algo fácil, pero créeme que una vez que lo hagas no te arrepentirás y veras que es la mejor decisión que has podido tomar.»
_____________________________________________
«UN VIAJE DE MIL MILLAS EMPIEZA CON EL PRIMER PASO»
Jessica y Germán
Cinemandante
Lo más difícil de empezar a viajar no se encuentra en las cosas externas, ni en dejar la tan llamada zona de confort, ni dejar al cuidado de otras personas tu amada mascota, ni dejar la casa de toda la vida, ni perderte del saludo indiferente de tus vecinos, ni despedirte de los recuerdos que se materializan en objetos que llenan hasta el último rincón de tu habitación, ni en el último abrazo que le das a tu papá, mamá y hermanos, ni en marcar el teléfono para escuchar las voces de esos amigos que no volverás a ver en mucho tiempo, ni en dejar esa camiseta que ya no cabe en tu mochila, ni en olvidar el pasado para enfrentar el presente, ni en dejar de ilusionarte con el futuro porque realmente es incierto, ni en dejar de magullar con cariño tu almohada favorita, ni en dejar de caer profundo sobre tu cama… esa, si esa… tu cama, la de nadie más, ni en tener la certeza de no volver a probar por un largo tiempo la comida que sólo tu abuelita hace para ti, ni en abandonar tu “vida” para empezar tu vida… Lo difícil… lo increíblemente difícil está, y lo decimos sin miedo a equivocarnos: es mirar nuestras piernas, y poder tener por fin, la certeza y la fuerza suficiente para levantar el pie y entender lo que sabiamente dijo Lao-Tsé “Un viaje de Mil millas empieza con el primer paso”
_____________________________________________
EL PAPELEO
Paula
Vieja Que Viaja
Desde que estaba en la universidad, estaba pensando en irme a Francia porque quería practicar el idioma. Pero me gradué de la carrera y empecé a trabajar, lo que redujo el tiempo que tenía para proyectos personales. Aún así, seguí estudiando y viajando por temporadas, esperando el momento. Cuando vi que no se me permitiría ascender más, de acuerdo con mis capacidades y mis aspiraciones, decidí no matarme por algo que simplemente no valía la pena, y cumplir con esa vieja aspiración.
Pero para mí, lo más complicado no era renunciar a un puesto de trabajo, a la rutina de siempre o a una vida más o menos estable en Bogotá (me gusta lanzarme al vacío y ya. Tal vez “bruta pero decidida” –dicho familiar-). Lo verdaderamente difícil era todo el papeleo que tenía pendiente para poder estudiar en Francia.
Entonces, paso a paso, fui superando cada una de las etapas, desde pasar el examen de conocimiento del idioma, ser aceptada en la universidad donde quería estudiar, sacar la visa, buscar hospedaje a distancia, etc etc etc. El proceso duró entre tres y cuatro meses y, con mucha paciencia y persistencia, y leyendo al pie de la letra cada procedimiento, cumplí todos los requisitos para vivir en el país.
Llegó por fin el día, y con mi maletica de ‘pepas’ de colores, partí hacia un viaje de casi dos años, que me permitió conocer, además, otros destinos que jamás habría pensado -como Rusia-, hacer nuevos amigos, perfeccionar el idioma, y darme un aire para volver a batallar de nuevo con esta selva de cemento.
_____________________________________________
MI COMPAÑERO PERRUNO
Camila
Ligera de Equipaje
Más que las cosas materiales, el trabajo, cierto de nivel de vida, las comodidades de casa o la estabilidad que te da el tener una rutina; lo más difícil para mí fue darme cuenta que al escoger una vida de viajes y cambios constantes perdía la posibilidad de tener una mascota en mi vida. Y no estoy hablando de una mascota hipotética que anhelara tener en el futuro, sino de mi perro Benjamín que cumple 11 años. Un pointer inglés blanco de manchas cafés, de esos perros cazadores altos y flacos, que en las tiras cómicas se les ve levantando la pata cuando hay un ave a la vista. Y mi mas fiel compañero de aventuras, hasta entonces.
En el momento que junto con mi esposo decidimos dejar nuestros trabajos, abandonar Bogotá e irnos a una isla en el caribe para convertirnos en profesionales del buceo, y luego aventurarnos a descubrir el mundo y sus profundidades marinas. Fue el mismo día que con junto con las cajas y cosas que uno va acumulando con el tiempo, Benjamín de alguna manera fue empacado de mi vida. Esta en casa de mis padres, feliz; lo veo de vez en cuando, pero nunca será como antes.
¿Que cómo logré superarlo?, creo que todavía no lo hago, ni nunca pasará. Quienes han tenido una amistad con un perro por años saben a que me refiero. Tal vez lo mas importante del viaje es reconocer que también se tratar de dejar ir. Dejar ir lo material, lo que te rodea, lo inmediato, lo que piensas que ha sido tu vidas hasta ese momento. Luego dejas ir las ideas preconcebidas, los estereotipos que tienes de los lugares y personas, y lo mas importante, de ti mismo. Ahí es cuando te das cuenta que el viaje es también un ejercicio de aligerar el espíritu, y que trae sus sacrificios.
_____________________________________________
ALGO BUENO NOS ESPERA AL OTRO LADO DEL CAMINO
Edith
Mi Viajar
Los viajes más difíciles de emprender son aquellos que no tienen fecha de retorno, en mi caso la primera vez que salí de Colombia fue así, lo que más me costó fue dejar a mi familia y enfrentarme a algo totalmente nuevo, esto último al mismo tiempo genera un sentimiento doble, por un lado asusta pero del otro lado, es lo que impulsa el viaje, lo que nos atrae.
Pienso que es una gran experiencia, muy enriquecedora. Enfrentarnos solos al mundo, en un entorno totalmente nuevo, nos hace crecer como personas, además genera en nosotros una mayor apertura. Y aunque la familia siempre se extraña, siguen presentes en la distancia.
El otro viaje irónicamente, que más me costó emprender, por lo que dejaba atrás, fue el de regreso a Colombia; renunciar a ciertas comodidades, a la estabilidad y a tantos otros beneficios que ofrece una vida en Europa, no fue fácil. Pero con el tiempo, paciencia y esfuerzo todo va retomando su lugar, y si decidimos emprender esta clase de viajes, que nunca dejan de significar una renuncia, es porque sabemos que algo bueno nos espera al otro lado del camino.
Si bien es cierto que dejar personas, lugares y comodidades cuesta, es bueno de vez en cuando vaciar ciertas cosas en nuestra vida para abrir espacio a otras. Y es que justamente ahí es donde se encuentra la magia de viajar, en darnos la oportunidad de vivir otras experiencias.
_____________________________________________
HEMOS LOGRADO SALIR VICTORIOSOS
Nico y Fio
Nuoric Travel & Media
Cuando Nico y yo emprendimos nuestro viaje juntos como pareja hacia México, decidimos vender todas nuestras pertenencias para poder solventarnos en la escuela de misiones a la que íbamos. No fue una decisión fácil ya que Nico tuvo que dejar su empleo y después de pagar 12 millones de pesos chilenos por un auto lo terminamos vendiendo en un tercio de ese precio. Fue difícil dejar atrás el sueño de comenzar una vida juntos con la oportunidad de comprar una casa, teniendo carro y con una economía estable. Lo que nos ayudó a tomar esta decisión y mantenernos firmes es que nosotros creemos en Dios y sabíamos que al hacer esto recibiríamos su respaldo. Igualmente estábamos determinados a vivir en las condiciones que fueran necesarias para llevar a cabo la labor de ser misionero porque para nosotros es un trabajo muy importante y por último ambos somos muy emprendedores y creativos y sabíamos que estuviéramos donde estuviéramos saldríamos adelante haciendo cualquier cosa.
Fue una experiencia bonita y muy desafiante, pero hemos logrado salir victoriosos. No hemos recorrido tantos países como nos gustaría pero hemos disfrutado mucho de cada etapa y estamos ansiosos por ver qué nos espera en el futuro.
_____________________________________________
A LO QUE HEMOS RENUNCIADO, NO ES UNA PÉRDIDA
Juan
Rumbeando por Ahí
Viajar puede resultar una tarea sencilla. Lo que no es fácil es tomar la decisión de hacer un viaje más allá de las vacaciones que nos ofrece nuestro trabajo o el estudio.
El miedo a renunciar al trabajo o el estudio, a la comodidad y estabilidad suele ser la mayor barrera que debemos saltar. No importa cuánto dure nuestro viaje. Lo que importa, lo que creo que debemos saber es que lo que dejamos atrás, a lo que hemos renunciado no es una perdida. Es como cambiar un mueble de lugar, regalarlo o venderlo para que ese espacio lo ocupe uno más bonito, funcional o simplemente para renovarnos.
Cuando decidí que viajaría durante seis meses por Sudamérica, con muy pocos ahorros, dejando buena parte de mí trabajo en Argentina. El mayor miedo era cómo volvería, saber quién volvería de ese periplo! Entonces fue que descubrí que el dinero que “perdería” por renunciar a buena parte de mi trabajo no podría pagar jamás la alegría que me dejó esa experiencia y tantas que me han regalado los viajes!
Por otro lado y estoy seguro que les pasará también si se deciden a dar el salto, ¡es que se verán fortalecidos a su regreso! Querrán seguir viajando, buscarán el modo de hacerlo una y otra vez y saben por qué: ¡porque un día se animaron, porque ya no habrá lugar para la duda! Ya no se preguntarán y soportarán el peso del “cómo sería si lo hago”. La mejor manera de desterrar los miedos es atacándolos, haciendo, viajando en este caso y que el camino decida, que la experiencia sea nuestra y sumarnos a aquellos que se animaron un día y nos motivan a diario a hacerlo!!!
7 comentarios en “¡Qué Nada Te Impida Viajar!”
Muchas gracias nuevamente por la invitación Naty!
Has hecho una linda reunión muy motivadora. Me re gusta y alienta también a seguir viajando!
Te mando un abrazo, hoy desde San Cristobal de las Casas en Chiapas, México y el deseo de que sigan los buenos rumbos!!!
Hola Juan Manuel
A mi también me gustó mucho lo que logramos entre todos!!! Espero que te vaya muy bien en ese viaje por México. Un abrazo
Naty! Gracais por invitarme a ser participe de este excelente post, espero mucha gente se anime a vencer sus miedos y superar aquello que los limita a vivir la libertad que representa viajar.
Un abrazo!
Gracias a Tshamanny por hacer parte. Al igual que tu, espero que nuestras palabras animen a muchos viajeros en potencia. Saludos y un abrazo!!
que pesima recomendacion «dejar ir» tu perro! viajar con el perro esta muy bien! pero recomendar dejar parte de tu familia es fomentar el abandono! mal muy mal!
También soy instructor de buceo y cada viaje fué un suplicio dejar aunque sea por 20 dias a mi perro,quise llevarmelo pero por el peso y la edad ya no era posible, intenté de todo, pero jamas, de los jamases lo abnadonaria, dejé de viajar, para estar con El hasta su último aliento y así fue, es de tonto abandonar al MEJOR AMIGO´QUE TE PUEDE REGALAR LA EXISTENCIA,.Siempre supe que las rutas, mares y montañas iban a seguir en su lugar, ahora, vamos por ellas!!!
Que buenas experiencias se viven al viajar, como se dice en mi tierra COLOMBIANA, lo bailado , lo tomado, lo comido y lo pasiado, NADIE NO LO PUEDE QUITAR, eso es vivir, ya que es lo que realmente nos llevamos de este mundo.
El resto son cosas materiales que al morir para nada nos sirven.
FELICITACIONES//////